14 de noviembre de 2010

Guerra

Sonó el primer tono de la que era nuestra melodía, impactada abrí los ojos y la euforia recorrió mi cuerpo. Hacía tanto tiempo que no la escuchaba que había comenzado a sentirme afligida, creyendo no poder volver a ser la misma.
Tu nueva forma de actuar me va consumiendo, poco a poco, pero no es capaz de apagar mi ira.

Sonó el primer tono de la que era nuestra melodía: el primer himno de odio, tanques y fusiles. Porque puede Paz que ahora tengas a todo un ejército en mi contra, pero nunca serás capaz de apagar el odio que sienten millones de personas en sus corazones, y que hace día a día revivirme en sus seres y hacerme volver a sentir viva.

Sonó el primer tono de la que era nuestra melodía cuando aquella inocente chica rompió los papeles que mantenía en sus manos, jurando odio eterno hacía el corazón que había amado. Vendiéndome así su alma y acabando por fin tu tiempo, para dejar sitio al mío.

Porque no importa cuánto tiempo de Paz haya, al final siempre vuelve la Guerra.

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