Unwritten

Miré el papel, todo estaba completamente escrito, no había un hueco donde poder aposentar ni una sola palabra más. Ahí estaba todo, una vida pasada completa, los sueños del presente y los deseos del futuro.
Pero no me llegaba, no era lo que necesitaba, nunca era suficiente. Siempre esa dichosa obsesión por exigirme más de lo que puedo alcanzar.  Quería que todo fuese perfecto, y cuidar de hasta el más mínimo detalle, para que no se desviara.
Por eso, el día que quise añadir una palabra más a mi pequeña hoja de papel, las palabras se desbordaron, y toda la habitación quedó llena de trozos de mi vida, desordenados y esparcidos. La hoja quedó en blanco, vacía. Y fue sólo entonces cuando la vi perfecta.

Rebeldía

Daniela era rebelde, no acataba órdenes y se dejaba guiar por el instinto. Durante sus dieciséis años habían pasado más de doce institutrices, ninguna capaz de que obedeciese.
Daniela no atendía a razones, era libre, una fiera, un fruto silvestre.
Así que cuando llegó el momento de tomar decisiones, Daniela no hizo caso al corazón.

Déjate de rodeos.

-John, espera.

-Hola, Victoria. ¿Qué pasa?

-Verás...-Estaba comenzando a ponerse nerviosa- es que a una amiga mía pues...pues que le gustas.

-Ah, bueno, ¿quién?

-Es que si te lo digo se va a enfadar conmigo...

-Umm...,¿Entonces de qué sirve?

-Es que ella, mi amiga, quería saber si te gusta alguna chica o si ya estás saliendo con alguien...

-Victoria, dile a tu amiga que se deje de rodeos...

-N-no te entiendo.

-Que me beses, Victoria, que me beses.

Dublín, Agosto de 1927

Queridísima Carolina:

Desde que llegué no he parado ni un solo día de pensar en ti. Porque conforme el tren se iba alejando de aquella estación de Barcelona, también lo hacía mi vida. Mi alma se quedó contigo un 14 de marzo de 1927 a las 12:06, y cuando el suelo comenzó a vibrar, la cabeza a darme vuelta, a clavarse en mi sien el olor a carbón, entonces me di cuenta de que había muerto. Por eso paré mi reloj de bolsillo, aquel que tú me regalaste y que era de tu padre, para que cada vez que mirase la hora te viera a ti, de pie, en la estación, y pensara que aún estoy contigo, que aún no me he ido. 

Alemania es bonita, sus calles empedradas son hermosas, y es curioso, el resto de la ciudad debe de ser bonita también, pero aún no me he atrevido a levantar la vista del suelo porque, precisamente, no quiero estrellarme contra él al descubrir que no estaba en la misma ciudad que tú.

Oye, Carolina... nada de esto ha sido un impedimento para que mi mente deje de pensar en ti... Te quiero.

 Firmado,                     

 Alejandro.     

    

Star a war

Hoy es lunes, 25 de abril de 2011.

¿Sabes lo que amo?, puedes llamarme cursi, incrédula, inocente, sensible, inestable... pero yo lo llamaría "ADOLESCENTE". Sí, amo poner mi mp4 y escribir en un viejo diario todo lo que me pasa. Ahora suena "Star a war" de "The National", creo que el título está bien, mi vida está a punto de comenzar con una de las guerras más importantes, un conflicto bélico sentimental, en el que lucho a dos bandos: en el bando que intenta hacer de mi vida lo mejor posible, vivir; y en el otro, algo más problemático, en el que las razones no bastan para calmarlo, es la fuerza del momento. Supongo que tendré que aprender a convivir con ambos, es algo que no se enseña en la escuela, ni tampoco en casa. Aprender a vivir es algo auto-didáctico, y si yo me enseño a vivir, también me enseño a ser feliz, a llorar y, claro, a superar 

cualquier guerra, por larga y dura que sea.

(Fragmento sacado de mi diario personal)

Elephants.

Si los elefantes tienen vidas pasadas y están obligados a recordar siempre,
no es de extrañar como gritan.
Ellos, como tú y yo, también deben tener algo de carácter.
Y yo estoy soñando con ellos en las llanuras,
ensuciando sus camas,
esperando una señal de lluvia que enfríe sus cabezas.
¿Cómo puedes decirme que me llamarás cuando estoy haciendo todo lo que puedo?
Y tú sigues forzándome a recordar y yo lo único que quiero es olvidarte...

Elephants - Rachael Yamagata

No hay cosa más bella...

Soy un pobre robot, no tengo corazón, tras mi pecho sólo hay un motor. Yo quisiera sentir algo de amor sin necesidad de un electrón. Pues dicen los poemas que no hay cosa más bella que el amar a alguien, que el enamorarse. Y yo tengo que estar forrado de hojalata, sin poder disfrutar del amor de una humana. He intentado caer preso del amor, pero nada sentí y nada nunca sentiré. Así que mi circuito apagaré.
Me tiro a la piscina, mi cuerpo se electrifica, las turbinas ya no giran, los leds ya no brillan, me hundo poco a poco y entonces llego al fondo. No llega información, se apaga mi motor.
Yo me quiero sonrojar al ver a alguien pasar, llorar después de una ruptura, sentir las mariposas de las que he oído hablar, poder decirle a alguien "te quiero"... Y es que no hay cosa más bella que el amar a alguien, que el enamorarse.

Tu mirada me hace grande.

María amaba a Iván, eso estaba claro, pero María ni siquiera sabía cómo se llamaba, así que para ella era "el chico de la mirada bonita". Lo curioso era que bajo el balcón de María pasaban miles de personas diariamente, e Iván, el chico de los ojos verdes, era el único que siempre alzaba la vista. La verdad era que al principio no le había gustado en absoluto, le resultó el típico niño creído y resultante, pero cada bonita mirada que compartían la habían hecho cambiar de opinión. María se había aprendido todos sus horarios de entrenamiento: los lunes de 6 a 7, los martes de 7 a 8, y los jueves de 6 a 8. Y si algún día no lo veía pasar, se desesperaba.
Para Iván, María era la chica del balcón, aquella del pelo rubio bonito. Era... era su alegría de cada tarde, el empujoncito que lo hacía salir de la rutina. Iván realmente no sabía que fue lo que lo hizo mirar el cielo la primera vez, pero sabía que lo hizo en busca de esperanza, y su aire creído y popular que siempre llevaba, se le había ido perdiendo con cada mirada a esa melena lisa. Y si Iván no podía verla alguna tarde, al final, quienes acababan pagándolo eran sus pobres compañeros de equipo.

Tu vida en 65'

-Por qué te quiero en sesenta y cinco palabras: "Te quiero porque creo que entiendes como soy. Te quiero porque a ti te puedo contar lo que a nadie le puedo contar. Te quiero porque puedo sentir que mi vida a tu lado cobra sentido y deja de ser vacía. Te quiero porque tú me apoyaste cuando estaba realmente mal y eso nunca nadie lo había hecho antes. Te quiero tanto que me gustaría..."
-¿Qué te gustaría?
-No sé, no lo he podido escribir. Se me agotaron las palabras, sesenta y cinco son muy pocas, ¿no?
-Sí... son pocas...

" -¿Y si soy como un peón de ajedrez? Su máximo movimiento en el amor es un pasito adelante, solo un pasito adelante. Que no soy como las torres, como los alfiles, ni como los caballos, soy un peón. 

- Entonces difícilmente podrás comerte a la reina. "

I will try I fix you.

Cuando lo intentas todo pero no tienes éxito.

Cuando obtienes lo que quieres pero no lo que necesitas.

Cuando estás tan cansado que no puedes dormir.

Atascado en reserva.

Cuando las lágrimas caen por tu rostro.

Cuando pierdes algo que no puedes reemplazar.

Cuando amas a alguien pero se desperdicia.

Cuando no podría ser peor.

Entonces, las luces te guiarán a casa,

y se encenderán tus huesos.

Yo siempre intentaré ayudarte.

Cuando estás muy enamorado como para dejarlo pasar.

Si nunca lo intentas, nunca sabrás lo que realmente vales.

No importa la de lágrimas que caigan por tu rostro,

la de noches en vela.

No me importan tus miedos, ni tus éxitos.

Si estás mal, yo aprenderé de mis errores y

siempre intentaré arreglarlo.

Fix you.

It's more than I can stand.

¡Joder, estás hermosa hasta bañada en sangre! Sangre del color de la pasión que desprendíamos en esos condenados momentos, cuando eras solo mía. Tus llamativos labios ya no pueden expulsar más arrastradas palabras tentadoras. Tenías que seguir brillando bajo el perverso neón de la noche, que seguir vendiendo tu provocativa magia al mundo, tenías que seguir matándome cada día al pensar en tus malditas públicas caderas. 
Decías "Lo siento, yo solo valgo lo que un hombre pague por mí" ¡MENTIRA! yo no pagaba por tu amor y tú le entregabas mi amor a quien te pagaba. Yo no era igual, te ofrecí un mundo modesto y tranquilo, pero lleno de amor, y te empeñabas en elegir un mundo de lujuria y pecado pero lleno de joyas. No te puede haber dolido tanto como a mí... 
Perdóname, ¡maldita sea perdóname! Tus dulces ojos ya no relucen, ¿qué les ha pasado a tus tiernas manos? ¿por qué se ha congelado tu cordial sonrisa? ¿qué he hecho? mi amor... ya no puedes decirme que me amas como en las tardes en las que compartíamos momentos, no puedes terminar de leer ese libro que te regalé y que adorabas, ya no puedes salir de este mundo, quedaste atrapada. Mi amor... perdóname.

You don't have to put on the red light this time. 

Big fish.

+¡Narcisos!

-Son tus flores favoritas...

+¿Cómo has podido encontrar tantos?

-He llamado a todas las floristerías de cinco estados, les dije que era la única manera de que mi esposa se casara conmigo.

+Ni siquiera me conoces...

-Pero tengo el resto de mi vida para conocerte.

Miénteme mientras yo me maquillo.

Esa era su rutina; sentir el rojo carmín rasgando su garganta, llenar sus pulmones de humo y acabar desprendiéndose de sus medias de liga. Sólo hacía falta una mirada seductora y recordarse a sí misma que ella reinaba las noches, sus noches.
Se levantó del colchón, aún era temprano. ¿Dónde habría acabado aquella noche? Realmente eso era lo que menos importaba, lo que no quería ahora era volver a la soledad de su hogar. Recogió sus cosas, retocó su maquillaje, observó como dormía placenteramente su última presa y se fue.
El cigarrillo se consumía como lo hacía su vida. "No" pensó, "ojalá lo hiciera así de rápido, mientras tanto seguiré brindando con mi copa de Brandy, destrozando sofisticadas lencerías de Nina Ricci y viviendo, sobretodo viviendo" Sonrió y se marchó, pero no a su hogar, no, en busca de un poco de Vodka barato.

Pero sus sueños no están vacíos.

"Los hombres se enamoran de lo que ven y las mujeres de

lo que escuchan, por eso las mujeres se maquillan y los

hombres mienten" (Oscar Wilde)